El taller se desarrolla según las inquietudes que manifiestan los padres. El Dr. Guedes Arroyo brinda la posibilidad de construir las respuestas con el aporte de todos los presentes además de dar respuesta con su experiencia y conocimiento.
El tema central de este encuentro fue cómo poner los límites y sostener el “no” ante los reclamos de los chicos/as de “si todos lo hacen, porqué yo no puedo”.
El Dr. explicó que es positivo que los chico/as expresen sus deseos pues están afirmando su personalidad, están buscando ser ellos/as mismos/as, pero lo importante es no responder con violencia, no perder la paciencia y ofrecer alternativas, por ejemplo proponer otros programas de TV, otras salidas, etc. Es un momento oportuno para enseñarles la tolerancia respetando que otras familias permitan ciertas cosas diferentes a la propia.
Es necesario dar un nuevo significado al sistema de premio castigo: no se castiga sino que se le quita un privilegio que ya tenía otorgado. Organizar un sistema de compensación por algo los prepara para el futuro ya que luego se convertirá en trabajo
El límite es contenedor, no hay que tener miedo ya que los hijos quieren más al que lo pone. Lo fundamental es que ambos padres, vivan juntos o separados, se pongan de acuerdo en las decisiones, en lo que se permite o no. No discutir ante los niños ya que si uno no apoya lo que dice el otro, el niño/a se desorienta y se resquebraja el sistema de autoridad en la familia.
También se habló de la importancia de manifestar el afecto hacia los hijos/as y que ellos vean que los padres se quieren.
Otro tema fue el cambio de los roles masculino y femenino en la actualidad. Hoy en día la madre pone mucho más los límites que antes. El Dr. expresó que este cambio es positivo pues la mujer combina la firmeza con la ternura, en cambio el hombre es más taxativo y no tiende a no dar razones. En el siglo XX la mujer avanzó mucho más. El hombre tiene que ponerse a la par sin sentirse menos. El rol del hombre es acompañar y proteger.
La función que cumple la familia es ir liberando de a poco el nexo de dependencia para que los hijo/as puedan desempeñarse en el mundo por sí mismos.
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